
Bogotá, D. C., 03 diciembre de 2025. El Índice de Precios Agropecuarios (IPAP-BMC) se ubicó en 239,21 puntos en noviembre de 2025, con una variación mensual de -2,2 %, un crecimiento de 6,1 % en lo corrido del año y una variación anual de 5,6 % frente al mismo mes de 2024, de acuerdo con la información de la Bolsa Mercantil de Colombia.
La dinámica de noviembre se explica por una amplia oferta agrícola, menores presiones en costos internacionales y una demanda estable. Estos factores permitieron que varios alimentos bajaran o se mantuvieran estables, contribuyendo a un cierre de año con menores tensiones sobre la inflación de los alimentos.
Durante 2025, el índice estuvo influido por tres factores: la caída global en precios de cereales, lácteos, azúcar y carnes blancas; una tasa de cambio que contribuyó a reducir los costos de los insumos importados durante buena parte del año; y una demanda interna en recuperación que sostuvo la actividad del sector.
Los mayores aportes positivos al índice provinieron del ganado bovino, la yuca, el plátano, la leche cruda de vaca y el trigo. Las contribuciones negativas más destacadas correspondieron a la papa, los animales vivos, los huevos de gallina frescos, los granos de cacao y el arroz.
La papa mantuvo una tendencia a la baja por la sobreoferta impulsada por el clima favorable, los mayores rendimientos y la ampliación de áreas sembradas tras el alza registrada en 2024. En contraste, el ganado bovino comenzó a corregirse en octubre y noviembre. La normalización del tránsito por la vía al Llano y la menor tasa de cambio redujeron los incentivos a la exportación y aumentaron la oferta en las plazas regionales, facilitando el ajuste observado en el mes.
Para Juan Camilo Suárez, vicepresidente financiero de la Bolsa Mercantil, los resultados de noviembre muestran la sensibilidad del agro frente a factores externos y a la logística interna. “En noviembre coincidieron factores como la recuperación de la oferta agrícola, la moderación de algunos costos internacionales, la apreciación del peso y la normalización del transporte hacia el interior del país. Estos elementos se reflejaron en la corrección de varios precios del mercado primario”, afirmó.
Suárez también destacó el papel del indicador para entender diferencias entre productos. “La divergencia entre las subclases evidencia que no existe una tendencia única en el sector. Mientras la papa enfrenta una sobreoferta estructural, el ganado bovino se estabiliza después de meses de presión alcista. El IPAP ayuda a dimensionar estas dinámicas y a anticipar cómo pueden evolucionar en función de la oferta, la demanda y la logística regional”, añadió.
A partir de la información disponible y de cara a diciembre, un mes usualmente marcado por incrementos estacionales, el análisis técnico de la Bolsa Mercantil anticipa que los ajustes podrían ser moderados. La corrección de noviembre, la apreciación del peso y la reducción en algunos costos de producción crean un entorno en el que los incrementos típicos de fin de año serían menos pronunciados frente a años afectados por choques climáticos o logísticos recientes.
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El índice cerró el año con una variación anual de 29.4%, cifra casi idéntica al registro observado al
finalizar 2021, que llegó a 29.3%.