Las cifras del Gestor del Mercado de Gas Natural (Bolsa Mercantil de Colombia), entidad que recolecta, consolida y publica las cifras del sector, confirman que no hay suficiente gas para cubrir las necesidades de contratación en firme para los años 2025 y 2026.
Durante 45 años, desde el descubrimiento de Chuchupa en 1972, que empezó a surtir el mercado con los primeros 200 millones de pies cúbicos por día, en 1977, hemos mantenido la autosuficiencia para atender la demanda de hogares, vehículos, comercios e industrias, esto es que hemos consumido gas producido en Colombia. Si bien el país importaba gas natural con el objetivo de respaldar la generación eléctrica, desde el año 2016, estos recursos tenían como fin exclusivo dar respaldo al sistema de generación en épocas como la del fenómeno de El Niño.
Hoy se pone fin a 45 años de autosuficiencia en Colombia. Nunca se había evidenciado en el país que la demanda esencial e industrial consumiera gas importado, un cambio abrupto en las condiciones de juego que, sin duda, nos avizora una inminente crisis.
El Gestor del Mercado, en reciente informe, afirmó que: “se observa que la PTDVE (cantidad de gas disponible para la venta en firme), declarada por los agentes, no alcanzaría a cubrir las diferencias entre la contratación declarada para el año gas 2025 y las proyecciones de la demanda, por lo cual, sería necesario recurrir a las cantidades declaradas de PTDV (cantidad de gas disponible para la venta que no garantiza firmeza)”.
También anota el Gestor que “Resulta relevante precisar que, bajo la reglamentación actual, no se podrían firmar contratos que garanticen firmeza asociados a la PTDV, dado que este tipo de contratación se delimita a la PTDVF declarada”. Es así como desde el punto de vista de política pública, se deben tomar decisiones encaminadas a resolver la necesidad de importación de gas para cubrir la demanda en el corto plazo.
Si bien se han presentado avances y acciones como la aprobación de resoluciones, por parte de la Creg, como las que dan paso a la expansión de la infraestructura de transporte de gas natural, específicamente en la aprobación de las inversiones requeridas para la bidireccionalidad del gasoducto Barranquilla - Ballena, incrementando su capacidad de 66 MPCD hoy a 170 MPCD a mediados de 2027, es importante destacar que la confiabilidad en la prestación del servicio se ha debido a las contrataciones en firme entre productores y distribuidores.
Ser autosuficientes ha permitido que el servicio de gas natural, en Colombia, sea, hasta la fecha, el más barato para los ciudadanos. Así lo confirman las cifras del DNP, que indican que este energético representa menos del 1% del costo total de la canasta de consumo de un hogar. No podemos perder esta condición y hoy la estamos perdiendo.
Las señales de política pública deben apuntar a revertir la tendencia de disminución de las reservas y de la actividad exploratoria, así como a no hundir al desarrollo de proyectos que permitirían retomar la autosuficiencia. En contexto, durante la última década hemos perforado 39 pozos exploratorios en promedio, por año; sin embargo, en la década anterior, perforábamos 120 pozos exploratorios anuales.
Con corte a agosto de 2024, llevamos 11 pozos exploratorios. Con ese nivel de ejecución de pozos exploratorios no será posible incrementar las reservas, pues existe una relación directa entre la actividad exploratoria y las reservas probadas. Si no tenemos en cuenta que las señales de política pública son fundamentales para la atracción de capital y de inversión, el panorama puede llegar a ser distinto en los próximos años.
El faltante de gas hoy nos obliga a importar gas natural para garantizar el abastecimiento. No nos puede suceder que no sumemos fuentes externas a las locales para evitar desabastecimiento.
No debemos perder de vista, además, que el gas natural es el energético más consistente para reducir la pobreza energética y acelerar la transición energética justa, que da soporte y respaldo a las fuentes no convencionales de energías renovables. El gas natural, sin duda, es la puerta de entrada a la transición energética de los hogares pobres.
Transición energética sí, pero no así. Necesitamos una transición energética tranquila, eficiente y justa, no una transición caótica.
Por: Luz Stella Murgas,
Presidenta de Naturgas
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes.
Source: Forbes